Los niveles de competencia en materia de gestión de información y tecnología varían muchísimo de un país a otro. Es por esta razón que el Convenio sobre la Diversidad Biológica estableció un “Mecanismo de Intercambio de Información”(MII) para garantizar que todos los gobiernos puedan acceder a la información y tecnologías que necesiten para su trabajo en el campo de la biodiversidad.
El término “centro de intercambio de información” fue acuñado para referirse a una institución financiera en la que los bancos asociados intercambian cheques y bonos de manera que sólo deban liquidarse en efectivo los saldos netos. Actualmente, el significado de este término se ha extendido para incluir a cualquier organismo que reúna a proveedores y consumidores de productos, servicios o información, vinculando la oferta con la demanda.
El mecanismo de intercambio de información sirve para:
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promover y facilitar la cooperación científico-técnica al interior de un país y entre distintos países;
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desarrollar un mecanismo mundial para el intercambio y la integración de información sobre biodiversidad; y
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desarrollar una red humana y tecnológica.
Las principales características de este mecanismo:
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compatibilidad entre los diferentes niveles de capacidad nacional;
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se desarrolla en base a las necesidades;
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tiene una estructura descentralizada;
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brinda acceso a información;
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proporciona apoyo para la toma de decisiones;
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no tiene ningún interés propio en controlar la capacidad técnica o información que reúne;
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es creado para el beneficio mutuo de todos los participantes.
El CIISB es un mecanismo de intercambio de información el cual fue establecido por el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología como parte del MII [1]. Asiste a las Partes a implementar las disposiciones del Protocolo y para facilitar el intercambio de información y experiencias en materia de organismos vivos modificados (OVM).